Recio critica la política de Cultura de la Junta, “supeditada” a Turismo, y afirma que Bernal “cada día tiene menos credibilidad para los creadores andaluces”

El parlamentario socialista y portavoz de Cultura Rafael Recio ha criticado la política cultural que desarrolla el consejero del ramo en la Junta, Arturo Bernal, por utilizar una estrategia en la “que todo se supedita al turismo” y se utiliza la cultura “como escaparate” en lugar de como “elemento vertebrador de Andalucía y generador de un potente y amplio ecosistema de creadores y rico talento artístico”.

En este sentido, Recio ha asegurado que el consejero de Turismo será de la máxima confianza de Moreno Bonilla, pero que cada día cuenta “con menos credibilidad para los creadores andaluces”. 

“El cese de grandes profesionales al frente de instituciones culturales, adjudicaciones a dedo a un puñado de empresas del sector del marketing y la publicidad o una ingente cantidad de patrocinios” son ejemplos, según Recio, del fin último de esta Consejería: “el de supeditar la cultura al turismo”. 

El PSOE de Andalucía ha anunciado que, junto al sector, estará “muy vigilante” ante la actuación del consejero y frente al “pelotazo cultural”.

En esta línea, los socialistas denuncian cómo desde la Consejería de Arturo Bernal se han destinado dos millones de euros para un festival flamenco en Nueva York de cuatro días frente a los 100.000 euros de ayudas durante todo un año a la producción de espectáculos flamencos en Andalucía.

Asimismo, se ha financiado, por ejemplo, un festival de la Fundación Vargas Llosa con sede en Madrid mientras aquí se eliminan clubes de lectura en los municipios o ayudas al sector creativo literario andaluz. 

Los socialistas lamentan, además, que se hayan destinado dos millones de euros a patrocinar durante unos días una iniciativa privada en Nueva York, cuando con prácticamente esa misma cantidad se podría apoyar a la red de teatros públicos de Andalucía durante todo un año o conceder subvenciones públicas durante tres años para películas y documentales y, además, por concurso, no a dedo como viene siendo costumbre en la Consejería de Cultura.